Llegan los fríos… y muchos buscan preparar su cuerpo para evitar gripes, resfríos y la tan temible segunda ola de Covid. Por ello, aumenta notablemente en nuestras farmacias la consulta por complejos vitamínicos que ayuden a mantener un sistema inmunológico fuerte. Indudablemente, vitaminas y minerales contribuyen a una eficiente respuesta de nuestro sistema de defensas, pero no se trata de consumir distintos complejos vitamínicos, sin criterio alguno.
Las vacunas contra la gripe y Covid son la mejor prevención frente a estas enfermedades y ni siquiera garantizan una protección del 100%.
Nuestro organismo tiene dos maneras principales de defenderse frente a infecciones:
. La primera línea de defensa son las barreras físicas como la piel, mucosas y flora autóctona del intestino.
. La segunda línea y más potente mecanismo de defensa activa, es nuestro sistema inmunológico, que nos proporciona a su vez dos tipos de protecciones: una inespecífica o innata con la que nacemos y otra especifica o adquirida que perdura en el tiempo y nos la proporcionan las vacunas o el haber sufrido un determinada enfermedad.
Las vitaminas y minerales son micronutrientes que los seres vivos necesitamos en pequeñas cantidades y que son esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Determinadas vitaminas y minerales como el cobre, hierro, selenio, zinc, magnesio o vitaminas A, B, C y D, participan en el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
ENTONCES… ¿Cómo aportar estas vitaminas necesarias?
Las cantidades diarias necesarias de todas estas vitaminas y micronutrientes se pueden aportar sin ningún problema a través de una dieta rica y variada. La excepción la encontramos en la vitamina D, donde el 90% de su aporte se realiza a través de la síntesis en nuestra piel por acción de la radiación solar.
Una mala alimentación conlleva a deficiencias de nutrientes y hacen que la persona sea más vulnerable a contraer infecciones, debido a que la respuesta del sistema inmunitario es deficiente.
Por ello una dieta balanceada es la mejor opción para mantenernos sanos, has que tu comida tenga todos los colores posibles:
Almendras, frutas, leche y leguminosas aportan Magnesio.
Mariscos, nueces y legumbres aportan Cobre.
Verduras de hoja verde, hígado y lácteos aportan Vitamina A.
Carnes rojas, pollo y ostras aportan Zinc.
Pescado, huevo, y verduras aportan Selenio.
Palta, frutos secos y aceites vegetales aportan Vitamina E.
Brócoli, pimiento rojo, frutillas, y cítricos aportan Vitamina C.
En determinadas situaciones, como pudieran ser dietas desequilibradas, falta de apetito prolongado, dietas muy restrictivas, mala absorción a nivel intestinal, práctica deportiva exigente… se puede requerir un aporte específico de vitaminas.
Cuando las temperaturas bajan y estamos más expuestos a cambios de temperaturas es también cuando más se dificulta conseguir variedad de verduras y frutas, en estos casos es recomendable incluir complejos multivitamínicos, que además de mejorar nuestras defensas, nos darán vitalidad, mejoraran el rendimiento físico y mental y también nos ayudaran a lucir piel y uñas saludables.
Es importante saber que la ingesta de grandes cantidades de micronutrientes no está exenta de riesgos, el exceso de vitaminas es perjudicial, fundamentalmente de aquellas que son liposolubles (vitamina A, D, E y K). Es por esto que no debemos abusar con el consumo de complejos vitamínicos, siguiendo las instrucciones de un profesional de la salud.
Como en muchos aspectos referentes a la salud, mantener hábitos saludables (no tabaco, no alcohol), practicar ejercicio físico, comer variado, controlar el estrés, dormir bien, meditar y realizar yoga son los mejores aliados para pasar un invierno saludable.
Y que no se te olvide… Vacúnate contra la gripe y cuídate siempre hasta que todos estemos vacunados frente al Covid.
Farmaceútica Mariana Piassentin